¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo, si pierde su alma? (Mateo 16:26)
Atrévete a no encajar en un cuadrado,
a romper un molde.
Acostúmbrate a la soledad.
Quédate perplejo cuando te cierren la puerta
y cuando te den la espalda.
Hazte vagabundo.
Contempla como ignoran tus preguntas
y menosprecian tus respuestas.
Confía en ti.
Atrévete a ser un perdedor.
Piérdelo todo,
pero gánate a ti.
Sigue a tu instinto hasta el final.
Aunque no sepas a donde vas,
ni haya apoyo, ni aplauso,
no te abandones.
En un mundo donde se premia la falsedad,
atrévete a ser real.
Cuando se cierren todas las puertas,
y tu te abraces con fuerza,
ante tus ojos se abrirá la vida.